La leche materna es el alimento ideal para tu bebé ya que le aporta todos los nutrientes que necesita para su desarrollo físico y mental y se adapta a sus necesidades durante el crecimiento. Además, contiene anticuerpos que ayudan a protegerlo de enfermedades frecuentes como la diarrea y la neumonía, causas principales de mortalidad infantil en todo el mundo.
La importancia de la leche materna es tal que expertos del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas la declararon como un derecho humano que debe ser fomentado y protegido. En efecto, la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y complementada con otros alimentos hasta al menos los 2 años de edad.
¿Qué contiene la leche materna? ¿Cuántos “tipos” hay? ¿Qué beneficios ofrece para el bebé? ¿y para la mamá? Estos son algunos de los interrogantes que buscamos responder en este artículo para acompañarte en el increíble camino de la lactancia.
¿Qué contiene la leche materna?
Con al menos cinco veces más ingredientes que la leche de fórmula, la leche materna está repleta de componentes vitales para tu bebé ¿de qué se trata?
- Glóbulos blancos y Citoblastos, que refuerzan el sistema inmunitario y ayudan al desarrollo y curación de los órganos.
- Proteínas, que colaboran en el crecimiento y desarrollo de tu bebé y sus neuronas y activan su sistema inmunitario.
- Aminoácidos, que ayudan a inducir el sueño.
- Oligosacáridos, que alimentan a las “bacterias buenas” del intestino de tu bebé, evitan que las infecciones lleguen al torrente sanguíneo y reducen el riesgo de inflamación cerebral.
- Enzimas, que ayudan a los sistemas digestivo e inmunitario de tu bebé, además de permitir la absorción del hierro.
- Factores de crecimiento, que favorecen un desarrollo saludable.
- Hormonas, que ayudan a regular el apetito y los patrones de sueño del bebé e incluso a reforzar el vínculo con la mamá.
- Vitaminas y Minerales, nutrientes que favorecen el crecimiento saludable y el funcionamiento de los órganos y además ayudan a la formación de los dientes y huesos.
- Anticuerpos, que protegen a tu bebé contra las enfermedades e infecciones.
- Ácidos grasos, que tienen un papel fundamental en el desarrollo del sistema nervioso, del cerebro y los ojos.
- Células madre, que permiten el crecimiento y el desarrollo.
¿Cuántos «tipos» de leche materna hay?
Calostro, leche de transición y leche madura son tres fases diferentes de la leche materna. Los ingredientes básicos serán los mismos en los tres casos, pero sus niveles subirán o bajarán para ajustarse a las demandas del desarrollo de tu bebé.
Si el calostro es el primer alimento de tu bebé y la leche madura es su nutrición a largo plazo, la leche de transición sería el puente que une ambas.
Los primeros días: el calostro.
La primera leche que producen tus pechos tras el parto se denomina calostro. Esta leche densa y viscosa de color amarillo o anaranjado es sumamente importante a la hora de nutrir y proteger a tu recién nacido, que es muy vulnerable.
No te preocupes por la cantidad ¡lo importante es la calidad! Al principio producirás cantidades muy pequeñas, entre 40 y 50 ml por día, pero como tu bebé tiene el estómago del tamaño de una canica, será todo lo que necesite.
Hasta dos terceras partes de las células del calostro son glóbulos blancos que producen anticuerpos eficaces contra los problemas intestinales y la diarrea, algo que resulta especialmente importante para los intestinos inmaduros.
Además de darle a tu bebé anticuerpos, el calostro contiene Vitamina A -importante para la visión, para mantener en buen estado su piel y su sistema inmunitario-, magnesio -que ayuda al desarrollo del corazón y los huesos- y cobre y zinc -que contribuyen en el desarrollo del cerebro y del sistema inmunitario-. Hay casi cuatro veces más zinc en el calostro que en la leche madura para ayudar al desarrollo del cerebro de tu recién nacido.
Leche de transición.
Entre dos y cuatro días después del nacimiento de tu bebé, en lugar de calostro, producirás leche de transición, que es más blanca, cremosa y abundante: podés llegar a generar hasta 700 ml por día.
En comparación con el calostro, hay en la leche de transición niveles superiores de grasa y de lactosa, un azúcar natural que da energía a tu bebé.
El contenido proteico de tu leche también sufre cambios, incrementándose la cantidad de caseína, que ayuda a que el bebé se mantenga saciado durante más tiempo y tiene propiedades antimicrobianas.
Además, la leche de transición aporta todos los aminoácidos que tu bebé necesita para que su cerebro, ojos y el resto de los órganos funcionen de forma adecuada.
Leche madura.
Cuando tu bebé alcance más o menos el mes de edad, tu leche materna será totalmente madura.
Tu leche materna madura contiene más de mil proteínas diferentes que fomentan el desarrollo del cerebro y el sistema inmunitario de tu bebé, además de ayudarle a crecer. También le otorga micronutrientes: vitaminas, minerales y oligoelementos -como el calcio- que colaboran en su desarrollo y bienestar.
En la leche madura también hay hormonas, incluidas algunas que ayudan a controlar el apetito y el modo en que el bebé procesa la insulina. Este puede ser el motivo por el que los niños que fueron amamantados de bebés tienen menos probabilidades de padecer sobrepeso o diabetes.
Beneficios de la leche materna para el bebé 👶
Ahora que ya sabemos qué contiene la leche materna y cómo va cambiando su composición para acompañar el crecimiento de tu bebé, veamos qué beneficios le aporta.
Se ha comprobado que los bebés que toman teta exclusivamente durante los primeros seis meses de vida tienen menos probabilidades de sufrir diarreas y náuseas, gastroenteritis, gripes y resfríos, infecciones de oído y pecho, candidiasis y síndrome de muerte súbita. Y, si se enferman, es probable que se recuperen más rápido ya que el cuerpo de la madre producirá anticuerpos específicos. Si tu bebé es prematuro, alimentarlo con tu leche le ofrece la mejor protección contra posibles enfermedades mortales y tiene más probabilidades de salir antes del hospital.
Además de los beneficios inmediatos, la lactancia materna contribuye a mantener una buena salud durante toda la vida. A largo plazo, los adultos que de pequeños tuvieron lactancia materna suelen tener una tensión arterial más baja, menos colesterol y menores tasas de sobrepeso, obesidad y diabetes; son menos propensos a sufrir algunos tipos de cáncer, como la leucemia y el linfoma, tienden a tener una mejor visión y una dentadura más recta que aquellos que se alimentaron con leche de fórmula. También hay datos que indican que podrían tener un coeficiente intelectual superior.
La lactancia no solamente es beneficiosa para tu bebé durante los primeros meses. Cuanto más tiempo siga tomando leche materna, más ventajas obtendrá. Si te estás preguntando cuándo finalizan los beneficios de la lactancia, la respuesta es que duran toda la vida.
Beneficios para la mamá 👩
Es probable que mucho de lo que leíste hasta acá no te resulte novedoso, pues son más conocidas las ventajas de la lactancia para el bebé. Sin embargo, los beneficios para la mamá son inmensos y también perduran a lo largo de la vida.
Amamantar a tu bebé ayudará a que tu útero se contraiga y se produzca la expulsión de la placenta. De ese modo, se evitará que pierdas demasiada sangre.
En el momento que tenés contacto piel con piel con tu recién nacido, tu cuerpo experimenta una subida rápida de los niveles de oxitocina, “la hormona del amor”, que se libera con cada toma y ayuda a reforzar el vínculo con tu bebé. La oxitocina también tiene un efecto antidepresivo y te ayudará a sentirte calmada, reducir el estrés y la presión sanguínea e incluso aumentará tu umbral del dolor.
Además, la lactancia reduce el riesgo de que padezcas una enfermedad cardíaca y diabetes a lo largo de la vida. Cada mes extra que des el pecho también reducirá el riesgo de que sufras diferentes tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, ovarios y útero.
Por otro lado, aunque puede ser agotador durante las primeras semanas, luego, amamantar es la forma más cómoda y sencilla de alimentar a tu bebé: no hace falta hervir, mezclar, enfriar y desinfectar. Cuando tu bebé se despierta para tomar leche por la noche, la lactancia es el método más rápido y fácil de alimentarlo. Además, las hormonas liberadas mientras das la teta ayudan a ambos a volver a dormir después de la toma.
También la lactancia te ayuda a perder peso: se queman hasta 500 calorías al día, aproximadamente las mismas que pedaleando en bicicleta durante una hora. Si extraes leche materna, los resultados son similares.
¿Cuándo finalizan los beneficios de la lactancia para la salud? ¡No finalizan! Podés seguir beneficiándote de la lactancia hasta la vejez, pues lactar mejora la mineralización de los huesos, por lo que será menos probable que sufras osteoporosis y fracturas a lo largo de tu vida.